La visita del cuerpo celeste más mediático de los últimos años ha quedado parcialmente eclipsada por la caída inesperada de un meteorito en Rusia que ha causado más de mil heridos, la mayoría de carácter leve. En principio, los astrónomos han descartado que este suceso tenga relación alguna con el asteroide 2012 DA14 que el viernes, a las 20.30 (hora peninsular española) se convirtió en el objeto celeste de mayor tamaño que más se ha aproximado a la Tierra sin llegar a colisionar desde que las agencias espaciales realizan tareas de vigilancia.
Cruzó sobre el cielo nocturno de Sumatra (Indonesia) a sólo 27.860 kilómetros de la Tierra, y continuó su travesía cósmica a unos 28.100 kilómetros por hora, informó la agencia espacial estadounidense NASA. Pasó más cerca de la Tierra de lo que se encuentran muchos satélites, pues los geoestacionarios orbitan unos 36.000 kilómetros de distancia de nuestro planeta aunque como se esperaba, no se ha informado de que haya causado daños a algún equipo.
"Supimos que se acercaría mucho a la Tierra dos días después de descubrirlo. El cálculo sobre la distancia a la que situaría lo realizaron en el laboratorio JPL de Pasadena de la NASA", explica Jaime Nomen, el astrónomo que hace un año, el 23 de febrero de 2012, descubrió este asteroide desde el observatorio de La Sagra, en la sierra granadina.
El científico, director de esta estación, que pertenece al Observatorio Astronómico de Mallorca, participó esta semana en Madrid en un acto convocado por CosmoCaixa para explicar a los jóvenes cómo detectan tanto los asteroides cercanos a la Tierra (NEO, por sus siglas en inglés) como restos de basura espacial que orbitan nuestro planeta y que pueden representar una amenaza.
Consejos para observar el asteroide
Para observar el evento mirando directamente al cielo eran necesarios unos buenos prismáticos o un telescopio. No podía verse a simple vista. Aunque en principio la previsión meteorológica fue buena para la mayor parte de España, las nubes dificultaron la observación del asteroide en algunas regiones."Hay que buscar zonas oscuras, no se podrá ver dentro de la ciudad porque hay mucha polución de luz. Hay que ir al campo y mirar hacia el este, e ir provistos de una carta celeste que indique la posición de las constelaciones. En internet se pueden bajar algunas cartas que se están editando para guiar por dónde pasará y cerca de qué estrella brillante estará", recomendaba Jaime Nomen, que vivió la aproximación del asteroide en el observatorio de La Sagra, desde donde enviaron la señal a la NASA.
"Los asteroides son los restos de la obra que ha sido el Sistema Solar", compara el astrónomo. "La sonda japonesa Hayabusa [la primera que recogió muestras de un asteroide, el 'Itokawa'] mostró que el asteroide era una pila de escombros", recuerda. Según explica, existen dos tipos de asteroides, los de tipo rocoso o poroso y los metálicos. La aproximación de 2012 DA14 ayudará a los científicos a averiguar de qué tipo es este objeto.
Prevenir un impacto
¿Qué ocurriría si un meteorito del tamaño de 2012 DA14 impactara contra la Tierra? Los científicos de la NASA comparan la devastación que causaría con la que otro meteorito provocó en 1908 en Tunguska (Siberia). El objeto, que debía medir entre 30 y 40 metros de diámetro, arrasó un área de unos 1.200 kilómetros cuadrados y mató a dos personas.Jaime Nomen explica que, pese a los programas de vigilancia de asteroides que se realizan en varios observatorios de todo el mundo, no se puede descartar la posibilidad de que un asteroide impacte contra la Tierra sin ser detectado: "La probabilidad es pequeña pero existe. Puede ocurrir cada 800 años aproximadamente. Hay un gran porcentaje de ellos que no se conocen y pasan desapercibidos".
Vigilancia de asteroides
Los científicos calculan que cerca de la Tierra hay medio millón de asteroides con un tamaño parecido al que nos visita este viernes. De ellos, apenas el 1% ha sido descubierto, según datos de la NASA.Según Jaime Nomen, aproximadamente el 97% de los asteroides próximos a la Tierra se descubren en EEUU, el 2% desde La Sagra y el resto en otros observatorios del mundo. El programa 'La Sagra Sky Survey' rastrea objetos cercanos a la Tierra, tanto asteroides próximos (NEO, acrónimo de Near Earth Objects) como objetos artificiales (satélites y basura espacial).
Desde este observatorio granadino han descubierto 6.500 asteroides, de los que 67 son NEO (asteroides cercanos) y 7 son cometas. El último objeto descubierto en La Sagra es el 2013 CL33, que fue localizado el pasado 5 de febrero cuando se encontraba a una distancia 476.000 kilómetros, y que según los primeros cálculos, mide unos 40 metros.
Localizar un asteroide no es fácil: "Para encontrar un NEO es necesario un software muy potente. A veces el cielo está nublado o hay una densidad enorme de estrellas que los tapan", afirma. Por lo que respecta a 2012 DA14, las últimas observaciones indican que podría ser algo mayor de 50 metros: "Dentro de 30 ó 40 años volverá a hacer otra aproximación a la Tierra", señala.
Por su parte, José Luis Galache, astrónomo del Minor Planet Center (MPC), de la Unión Astronómica Internacional, en el Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian, afirma que, a pesar de que se ha estimado el tamaño de 2012 DA14 en unos 50 metros, "en realidad no tenemos medidas seguras. El tamaño aproximado es de 25 a 80 metros", señala. En los próximos días, la NASA lo estudiará con radar para ofrecer un tamaño más preciso de su tamaño.
Riesgo para los satélites
Miguel Belló, director general de la empresa Elecnor Deimos, considera muy improbable que 2012 DA14 pueda causar daños a los satélites que orbitan la Tierra. Y ello pese a que el objeto se situó más cerca de la Tierra de lo que están algunos satélites. Los geoestacionarios orbitan a unos 36.000 kilómetros de distancia de la Tierra, mientras los satélites de navegación, como GPS, está a unos 20.000 kilómetros de altura.Pero aunque este objeto no represente una amenaza en la actualidad, las agencias espaciales investigan sistemas para desviar asteroides que en el futuro sí supondrán un peligro: "La duda no es si un asteroide va a chocar contra la Tierra. La pregunta es cuándo", asegura Belló, que afirma que la amenaza de los asteroides "no la ha inventado Hollywood".
Su empresa trabaja desde hace años en la misión Don Quijote, cuyo objetivo es desarrollar tecnologías para desviar un asteroide mediante el empleo de dos sondas espaciales. El orbitador Sancho estudiaría primero las características del asteroide, mientras que la sonda Hidalgo chocaría con el objeto celeste para desviar su trayectoria y evitar el impacto con la Tierra. El coste total del proyecto, para el que ahora buscan financiación, es de unos 150 millones de euros.
Belló lamenta el escaso interés de los políticos en promover estas investigaciones: "Es un problema real y tan grave como el cambio climático, porque un asteroide como Apofis (de unos 325 metros) puede destruir un país", advierte. "Antes no teníamos la tecnología necesaria pero ahora sí desponemos de ella", afirma.
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