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viernes, 25 de mayo de 2012

apnea



La apnea o buceo libre es la suspensión voluntaria de la respiración dentro del agua, es la base del deporte de apnea o buceo a pulmón, y de la pesca submarina a pulmón. Aunque pueda parecer entrenamiento físico, el deporte de la apnea se basa principalmente en la relajación mental del individuo, la buena alimentación e hidratación, el fomento de los reflejos mamíferos en humanos, y el entrenamiento en ambientes de hipoxia.
Esta muy particular actividad practica el descenso a la profundidad del mar a pulmón puro, es decir, sin equipos de submarinismo tradicionales como son el equipo SCUBA o el esnórquel. En un principio la disciplina permitía descender unos pocos metros, pero alcanzó tal nivel que para evitar la desorientación visual se requirió de una cuerda atada a un ancla perfectamente vertical, con esto el practicante solo sigue la cuerda en el descenso y ascenso sin necesitar orientarse abriendo los ojos. La presión del agua es un límite incluso para los más veteranos, porque se puede tener una gran capacidad pulmonar y aun así el cuerpo no soportará más de determinada presión.



 Yo de pequeño tras bucear con botella de aire comprimido:




Récords mundiales

Actuales récords mundiales por modalidad de acuerdo con AIDA[1] (Recordemos que los organismos deportivos internacionales no reconocen los records televisivos, ya que se realizan con una inhalación artificial previa de oxígeno puro)
  • Peso constante sin aletas.
Masculino: 100 m / William Trubridge / 14-12-2010 / Lugar: Agujero azul de Dean, Bahamas
Femenino: 62 m / Natalia Molchanova / 3-12-2009 Lugar: Blue Hole, Bahamas
  • Peso constante con aletas
Masculino: 124 m / Herbert Nitsch / 22-4-2010 / Lugar: Bahamas
Femenino: 96 m / Sara Campbell / 2-4-2009 / Lugar: Creta, Grecia
  • Apnea dinámica sin aletas
Masculino: 218 m / Dave Mullins / 27-9-2010 /Lugar: Wellington - Nueva Zelanda
Masculino: 213 m / Tom Siestas / 2-7-2008 /Lugar: Hamburgo - Alemania
Femenino: 160 m / Natalia Molchanova / 20-8-2009 /Lugar: Aarhus, Denmark
  • Apnea dinámica con aletas
Masculino: 265 m / Dave Mullins / 25-9-2010 /Lugar: Wellington - Nueva Zelanda
Masculino: 250 m / Alexey Molchanov / 5-10-2008 / Lugar: Lignano - Italia
Femenino: 225 m / Natalia Molchanova / 25-4-2010 / Lugar: Moscow, Russia
  • Apnea estática
Masculino: 17 min 28 s / Tom Sietas / 30-12-2008 /Lugar: Madrid, España
Masculino: 11 min 35 s / Stephane Mifsud / 8-06-2009 / Lugar: Hyeres, Francia
Femenino: 8 min 23 s / Natalia Molchanova / 21-8-2009 / Lugar : Aarhus, Denmark
  • Inmersión libre
Masculino: 120 m / Herbert Nitsch / 25-4-2010 / Lugar: Bahamas
Femenino: 85 m / Natalia Molchanova / 27-7-2008 / Lugar: Creta - Grecia
  • Peso variable
Masculino: 142 m / Herbert Nitsch / 7-12-2009 / Lugar: Blue Hole, Bahamas
Femenino: 125 m / Natalia Molchanova / 16-6-2010 / Lugar: Kalamata, Grecia
  • Sin límites
Masculino: 214 m / Herbert Nitsch / 14-6-2007 / Lugar: pelluhue-Chile
Femenino: 160 m / Tanya Streeter / 17-8-2002 / Lugar: Turks y Caicos





Peligros

Como deporte subacuático la apnea tiene sus peligros. Uno de los principales riesgos se presenta durante el ascenso de los practicantes desde profundidades alrededor de los 20 metros o más, lo que produce una expansión de los pulmones a su volumen natural, expandiendo el CO2 disuelto en sangre y por lo tanto, esta situación puede llevar a un Síncope (o Black Out) o a una Samba, el primero BO es la perdida total de la consciencia y el segundo la pérdida parcial de la misma, las cuales si no se está supervisado por un compañero, pueden derivar en accidentes mayores como la muerte. Estos accidentes suelen suceder en los últimos diez metros, ya que a partir de esa profundidad es donde se produce una expansión más rápida.

Síndrome de descompresión

El síndrome de descompresión es el término empleado para denominar a la enfermedad aguda conocida en medicina como embolia gaseosa producida por una disminución brusca de la presión atmosférica. Esta enfermedad se caracteriza por la aparición de pequeñas burbujas e inflamación a nivel subcutáneo, pero el síntoma inequívoco es la aparición de un fortísimo dolor, que afecta a diversas partes del cuerpo. Ciertas regiones corporales pueden sufrir parálisis transitoria y en ocasiones se producen lesiones permanentes e incluso la muerte.[1] [2]
Este síndrome de descompresión también es conocido como "enfermedad de los buzos" o "mal de presión".

La primera vez que se observó este proceso fue en 1839, y pronto fue conocido entre los buzos y los trabajadores que debían permanecer durante periodos prolongados en cámaras de aire comprimido. Los síntomas aparecían cuando volvían a las condiciones atmosféricas habituales. La única medida terapéutica que se conocía consistía en devolver a la víctima a una cámara de alta presión, e iniciar la descompresión de manera lenta y progresiva. Se ignoraba la causa de los síntomas. Durante la Segunda Guerra Mundial, la evolución de la aeronáutica permitió que los aviones alcanzaran más de 9.000 m en 6 minutos; a esa altitud, la presión atmosférica es inferior a un tercio de la presión atmosférica a nivel del mar. Una despresurización tan brusca conducía con frecuencia a la aparición de un síndrome de descompresión en el piloto.

Buzo:

Piloto de la IIGM:

Estudios de la enfermedad

Con este motivo se empezó a estudiar en profundidad el mecanismo de la enfermedad: un descenso brusco de la presión del aire produce una disminución de la solubilidad de los gases en solución, y por tanto los gases disueltos retornan al estado gaseoso dentro de la corriente sanguínea, formando burbujas de gas. Estas burbujas de gas liberadas dentro de la corriente sanguínea pueden obstruir algunos de los vasos terminales (arteriolas), interrumpiendo el aporte sanguíneo a las terminaciones nerviosas, desencadenándose así los síntomas que se producen a consecuencia de cuadros isquémicos (infartos) en diferentes zonas, cerebrales, óseas, renales, etc.. El oxígeno y el dióxido de carbono vuelven a su estado soluble dentro de la sangre con rapidez, pero los gases inertes permanecen en estado gaseoso y por tanto son el principal responsable.
Se puede prevenir la aparición de esta enfermedad haciendo que el piloto respire oxígeno puro no sólo durante el vuelo, sino también antes del mismo. De esta manera se elimina el nitrógeno de la circulación.
Para que se presente esta enfermedad en los buzos,estos deben respirar una mezcla gaseosa que contenga uno o más gases inertes (por ejemplo: nitrógeno, helio, hidrógeno), y deben permanecer un tiempo y a una profundidad determinada para que se produzca una saturación considerable de gas inerte en los tejidos. En esas condiciones es imprescindible realizar durante el ascenso paradas estáticas por el buzo para eliminar el sobrante de gas inerte que se acumula en los tejidos. Si se omiten estas paradas se producirá una sobresaturación excesiva de gas inerte que puede alcanzar el punto crítico de sobresaturación a partir del cual el gas cambia de estado y forma burbujas. Estas burbujas que pueden ser intravasculares y/o extravasculares son las responsables del cuadro sintomático de la enfermedad descompresiva.







Medicina hiperbárica

Medicina hiperbárica, también conocida como Oxigenoterapia Hiperbárica (OHB) es el uso médico del oxígeno a presiones por encima de la presión atmosférica, concretamente por encima de 1,4 ATA (Atmósferas Absolutas).

Usos

Algunos de los principios terapéuticos de los que hace uso la medicina hiperbárica son:
  • El incremento de la presión del entorno es de utilidad en el tratamiento del síndrome de descompresión que afecta, por ejemplo, a los submarinistas al subir a la superficie.[1]
  • Bajo numerosas condiciones, el principio terapéutico de la medicina hiperbárica reside en el incremento de la presión parcial del oxígeno en los tejidos. La presión parcial de oxígeno alcanzable mediante ésta terapia es muy superior a la que se conseguiría respirando oxígeno puro en condiciones normobáricas (es decir, a presión atmosférica).
  • Un efecto asociado es el incremento de capacidad de transporte de oxígeno de la sangre. En condiciones de presión atmosférica el transporte de oxígeno está limitado por la capacidad de la hemoglobina de los glóbulos rojos para ligarse con el oxígeno, siendo muy pequeña la cantidad de oxígeno transportada por el plasma sanguíneo. La hemoglobina se encuentra ya prácticamente saturada de oxígeno en condiciones normales, por lo que no hay ganancia en este aspecto, pero el oxígeno transportado por el plasma en condiciones hiperbáricas se incrementa notablemente.
En España, existe desde 1988 un Comité Coordinador de Centros de Medicina Hiperbárica.[2] Un miembro del CCCMH es delegado médico de España en el European Diving Technology Committee (EDTC). El CCCMH representa en España al European Committee for Hyperbaric Medicine (ECHM). El CCCMH mantiene relaciones regulares con la Undersea & Hyperbaric Medical Society(UHMS), con la European Underwater and Baromedical Society (EUBS), con la Fundación del International Congress on Hyperbaric Medicine, y con Divers Alert Network Europe (DAN-Europe).

Cámaras hiperbáricas

La Oxigenoterapia Hiperbárica es una modalidad de la oxigenoterapia en la que se utiliza una cámara hiperbárica en donde se crea una presión por encima de la atmosférica.



Descripción

La cámara hiperbárica es un habitáculo preparado para soportar elevadas presiones en su interior, pues los tratamientos suelen realizarse entre 2 y 3 ATA (Atmósferas Absolutas), aunque en alguna tabla excepcional de tratamiento para la enfermedad descompresiva se puede llegar a 6 ATA.
Las cámaras hiperbáricas pueden clasificarse en monoplazas y multiplazas. Existen importantes diferencias tanto de manejo, metodología como de los tipos de tratamientos que se pueden aplicar en cada una de ellas. Generalmente las multiplazas son las más apropiadas desde todos los puntos de vista, pues además de poder comprimirse con aire, permiten que los médicos y demás personal sanitario puedan acompañar a los pacientes y poder suministrar los cuidados necesarios (incluso los de terapia intensiva), aunque tienen el inconveniente de su elevado costo económico y el espacio que ocupan en el hospital.

Bases de la terapéutica

Cuando respiramos oxígeno puro a una presión por encima de 1.4 ATA, se consigue, según la Ley de Henry, un incremento importante del oxígeno disuelto en el plasma. Para hacernos una idea del incremento debemos pensar que cuando respiramos aire la Presión Parcial de Oxígeno (PpO2) en sangre arterial es de unos 90 mm de Hg. Pues bien, cuando respiramos oxígeno puro durante el tratamiento en cámara hiperbárica, esta PPO2 puede llegar a ser de hasta 2000 - 2400 mm de Hg a 3 ATA. Con este aumento importante del transporte de oxígeno podemos conseguir que aquellas áreas del organismo que estén en hipoxia (falta de oxígeno) y que no pueda ser corregida de otra manera, se beneficien de este oxígeno y puedan poner en marcha las rutas metabólicas y aquellos mecanismos fisiológicos deprimidos por la situación de hipoxia.

Indicaciones

Los principales componentes de la acción terapéutica de la oxigenoterapia hiperbárica son dos:
  • En primer lugar, garantizar el transporte de oxígeno a los tejidos incluso cuando la hemoglobina y los glóbulos rojos no se encuentren en condiciones de hacerlo, como ocurre en el curso de situaciones de anemia o de intoxicaciones por gases como el monóxido de carbono (CO).
  • En segundo lugar, se trata de favorecer la difusión del oxígeno de los capilares a las células, donde por cualquier causa exista una disminuida perfusión sanguínea. Por consiguiente, la oxigenaterapia hiperbárica está también indicada en todas aquellas patologías en las que exista hipoxia tisular. A este grupo pertenecen patologías como:
  • La intoxicación por monóxido de carbono.
  • Gangrena gaseosa, Mionecrosis clostridial.
  • Pie diabético diabetes
  • Fascitis necrosantes.
  • Lesiones postradioterapia (Osteoradionecrosis, Cistitis rádica)
  • Enfermedad descompresiva.
  • Aeroembolismo o Embolia de aire traumática.
  • Osteomielitis Crónica Refractaria.
Consideraciones especiales

Los médicos que se dedican a esta técnica están en posesión de Títulos de Especialistas Universitarios y/o Máster en Medicina Subacuática e Hiperbárica con entrenamiento en Cuidados Intensivos y Reanimación.
Con las adaptaciones específicas, prácticamente se puede aplicar en el interior de la cámara hiperbárica los mismos cuidados que se aplicarían en una Unidad de Cuidados Intensivos. Generalmente el Servicio de Medicina Hiperbárica está asociado en el Hospital a los servicios de Cuidados Intensivos, Anestesia y Reanimación.




Cosas que no se deben de hacer ni antes ni despues de bucear

En las siguientes dos horas después de finalizada una inmersión es conveniente no hacer ningún tipo de actividad física. De lo contrario al activar nuestro metabolismo y aumentar el ritmo cardíaco podríamos provocar un accidente de descompresión. Menos recomendable es bucear a pulmón después de hacer escafandrismo.
Tampoco se debería viajar en avión, aunque este presurizado, ya que normalmente se presurizan al equivalente a más de 2.000 metros de altura. Normalmente se considera que deben transcurrir 12 horas hasta poder ir en avión, o incluso 24 horas para inmersiones con descompresión o sucesivas.
Por último, tener en cuenta que tampoco hay que subir montañas después de bucear, la disminución de presión sería peligrosa. Esto, sobretodo, es más problemático para aquellos que después de bucear y de camino a casa tiene que cruzar una zona montañosa y algún puerto de montaña.




Ejercicios de respiracion:


 

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