Un equipo internacional de astrónomos ha observado el corazón de un cuásar distante con una precisión dos millones de veces mayor que la del ojo humano. Se trata de una imagen sin precedentes de una galaxia, la más detallada lograda hasta ahora, que es posible gracias a la conexión de tres telescopios en distintos lugares de la tierra.
Los astrónomos conectaron el telescopio 'APEX' (Atacama Pathfinder Experiment) ubicado en Chile con el conjunto 'Submiliter Array' (Hawái, EE.UU) y el 'Submiliter Telescope' (Arizona, EE.UU). Han obtenido una imagen precisa del cuásar 3C 279, que contiene un agujero negro supermasivo con una masa de alrededor de mil millones de veces la del Sol.
Estas observaciones son un paso crucial para la obtención de imágenes de la sombra de agujeros negros supermasivos tanto del centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea, como de otras galaxias. La sombra — una región oscura vista en contraste con un fondo más brillante — está causada porque la luz se dobla a causa del agujero negro, y sería la primera evidencia observacional directa de la existencia de un horizonte de sucesos en un agujero negro, la frontera a partir de la cual ni siquiera la luz puede escapar.
Los telescopios se conectaron con la técnica conocida como interferometría de base ancha (VLBI, por sus siglas en inglés), la cual ha posibilitado la precisión de las observaciones. Esto permite que múltiples telescopios actúen como uno solo, tan grande como la distancia que los separa.
En el futuro se prevé conectar aún más telescopios con el objetivo de crear el Telescopio de Horizonte de Sucesos, que es el que permitiría obtener las imágenes de los agujeros negros supermasivos de las galaxias.
La imagen de esta cuásar posee una nitidez nunca antes conseguida. La técnica de conexión ha permitido distinguir detalles con una resolución dos millones de veces mayor que la que obtendría el ojo humano.
'APEX' es el mayor telescopio utilizado en el proyecto y es el resultado de la colaboración entre el Instituto Max Planck de Radioastronomía, el Observatorio Espacial de Onsala y el Observatorio Austral Europeo (ESO, por sus siglas en inglés). Este, ubicado en Chile a 5.000 metros de altitud en los Andes chilenos, participa por primera vez en una observación VLBI y supone la culminación de tres años de trabajo para la ubicación del telescopio.
El telescopio 'APEX' es importante también por otros motivos. Comparte ubicación y numerosos aspectos relacionados con su tecnología con el nuevo conjunto de telescopios 'ALMA' (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array), aún en construcción y que contará con 54 antenas de 12 metros de diámetro. Se está estudiando la posible conexión de 'ALMA' a la red, lo que aportaría una sensibilidad 10 veces mayor que las de las pruebas iniciales. Este sería el paso definitivo para que la sombra del agujero negro de la Vía Lactea sea accesible en futuras observaciones.
Los astrónomos conectaron el telescopio 'APEX' (Atacama Pathfinder Experiment) ubicado en Chile con el conjunto 'Submiliter Array' (Hawái, EE.UU) y el 'Submiliter Telescope' (Arizona, EE.UU). Han obtenido una imagen precisa del cuásar 3C 279, que contiene un agujero negro supermasivo con una masa de alrededor de mil millones de veces la del Sol.
Estas observaciones son un paso crucial para la obtención de imágenes de la sombra de agujeros negros supermasivos tanto del centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea, como de otras galaxias. La sombra — una región oscura vista en contraste con un fondo más brillante — está causada porque la luz se dobla a causa del agujero negro, y sería la primera evidencia observacional directa de la existencia de un horizonte de sucesos en un agujero negro, la frontera a partir de la cual ni siquiera la luz puede escapar.
Los telescopios se conectaron con la técnica conocida como interferometría de base ancha (VLBI, por sus siglas en inglés), la cual ha posibilitado la precisión de las observaciones. Esto permite que múltiples telescopios actúen como uno solo, tan grande como la distancia que los separa.
En el futuro se prevé conectar aún más telescopios con el objetivo de crear el Telescopio de Horizonte de Sucesos, que es el que permitiría obtener las imágenes de los agujeros negros supermasivos de las galaxias.
La imagen de esta cuásar posee una nitidez nunca antes conseguida. La técnica de conexión ha permitido distinguir detalles con una resolución dos millones de veces mayor que la que obtendría el ojo humano.
'APEX' es el mayor telescopio utilizado en el proyecto y es el resultado de la colaboración entre el Instituto Max Planck de Radioastronomía, el Observatorio Espacial de Onsala y el Observatorio Austral Europeo (ESO, por sus siglas en inglés). Este, ubicado en Chile a 5.000 metros de altitud en los Andes chilenos, participa por primera vez en una observación VLBI y supone la culminación de tres años de trabajo para la ubicación del telescopio.
El telescopio 'APEX' es importante también por otros motivos. Comparte ubicación y numerosos aspectos relacionados con su tecnología con el nuevo conjunto de telescopios 'ALMA' (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array), aún en construcción y que contará con 54 antenas de 12 metros de diámetro. Se está estudiando la posible conexión de 'ALMA' a la red, lo que aportaría una sensibilidad 10 veces mayor que las de las pruebas iniciales. Este sería el paso definitivo para que la sombra del agujero negro de la Vía Lactea sea accesible en futuras observaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario